No sé qué hacer cuando sube una gordita dudosa al bondi o tren, no sé si ofrecerle el asiento pensando que está embarazada, y comerme una puteada u ofenderla, aunque no me diga nada. Entonces no hago nada.
No sé cómo dejar de ser un pelotudo: Nada, eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario