3/4/12

Cuando sea grande quiero ser.


En la plaza del barrio, ya cansados de jugar a la pelota. Mientras la tarde se hacía naranja, los coyoyos se encargaban de ponerle melodías inolvidables al ocaso. Con el sudor seco en la frente y sentado en posición india dimos por iniciada a la conversación más importante de mi niñez:


- Yo termino séptimo y dejo la escuela para ir a probarme a Boca. Seguro quedo. Voy a pedir que me paguen tres mil pesos; mil para mi, mil para la Mami y los otros mil que se repartan mis hermanos.
- Si, si...no me digas. Si sos ojota!
- Pero todavía tengo tiempo para mejorar...
- Pero vos cuando seas grande vas a ser un boludo.
- A ver vos que vas a ser cuando seas grande?
- Me voy a ir a estudiar a Córdoba con mi hermano más grande. Voy a ser médico como mi Papá. 


En cierta forma eso sonaba coherente y posible. Yo sin embargo soñaba con que mi pobreza se podía cambiar con mi propia voluntad y sin esperar tanto.


- Bueno, me voy, dijo cada uno y se fueron.


Sin mas remedio comencé a caminar a mi casa. Después me enteré que se habian puesto de acuerdo para juntarse de nuevo para organizarse para el otro día ir a la pileta del hijo del médico. Según sus excusas, me dijeron que no me invitaban porque tenía piojos.


Ya de noche, vuelvo a casa y Mami con cara de preocupada me pregunta:


- No haz visto a tu padre?
- Está en el quiosco chupando con los amigos.
- Bueno, toma la sopa y andate a la cama antes de que venga a hacer quilombo. Llevala a tu hermana y duérmanse.


Mientras tomaba la sopa, veia como la Mami planchaba mi guardapolvo y el delantal de jardín de mi hermana. Los domingos por la noche mi Mamá tenía como costumbre esconder las cuchillas y todo objeto que pudiera golpearnos la vida. 


Ya acostados, yo le sabía contar mis cosas a mi hermana. A ella le hacían gracia mis chistes y en cierta forma yo era su ídolo. A mi un poco me molestaba que me copie todo lo que yo hacía. En medio de risas, la puerta de la calle se abrió bruzcamente y el silencio reino de repente.


- Que hay para comer? Pregunto.
- Hay mortadela y queso en la heladera. Bajá la música, que los chicos están durmiendo, qué van a decir los vecinos? mañana tengo que andar agachando la cabeza.
- Que mierda me importa, estoy en mi casa!. Donde está Benjamin!
- Duerme ya...
- Levantalo que me vaya a comprar una cerveza.
- Por qué no te vas a dormir?
- Me voy a ir a dormir cuando yo quiera, qué? Estás esperando a alguien? Hija de puta!
- Soltamee!


Los gritos y los golpes en la pared, mezclados con la música fuerte dibujaban monstruos en mi cabeza. Una combinación que hacía temblar mi niñez. 
La puerta de la pieza se abrió. Es mi Mamá llorando viene a sacarnos por la ventana y nos dice que nos vayamos a la plaza un rato, hasta él se acueste. 


- Qué pasa Mami?
- Nada hijo, vayan vayan. Yo los llamo dentro de un rato.


Ya eran como las dos de la madrugada de un silencioso lunes. Tomados de la mano con mi hermana esperamos en ese mismo lugar donde un rato atrás reunido con mis amigos, presumía mis sueños de futuro. Ellos seguramente ya dormían vestidos con pijamas, en silencio y en familias que en cierta forma yo soñaba tener.


















"Cuando sea grande quiero ser". Es un relato escrito por un user de una antigua pagina a la que era miembro. No es de mi autoria, pero las historias de vida son parecidas.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Shit, que bueno que esta.

Lelu ; dijo...

Me parecía que ya lo había leído en algun lado. Me encantó.