Mucho de mi

Ese que no puede dejar de hacer esas cosas que te molestan, después que le dijiste que te molestan, le demostraste que te molestan, se lo explicaste con dibujos, historias, hasta quizás le hiciste una escena de títeres para que le entre en la cabeza que NO te bancás ciertas pelotudeces, y el todas esas veces parece haber entendido, pero... lo vuelve a hacer una y otra vez. Lo peor de todo es que son boludeces tan evitables que vos hasta te preguntás ¿me habré enamorado de un pelotudo?  Pero a nosotros(me gusta hablar en plural siendo yo nada mas en esto) se nos hace imposible no tratar de llamar la atencion.