19/4/11

Las pequeñas cosas de la vida




Guardé la tuca en el bolsillo interno del pantalón. Tuca insignificante, era apenas un vestigio mínimo de lo que hasta hace minutos fue un enorme cigarro de la alegría, no me importó y lo guardé igual. Salia del balcón para adentrarme en el living finalizando mi recorrido en la cocina, a mi mujer no le gusta que fume en la casa, pensando.
Pensando en si álguien me pidiera que le cuente algún pequeño momento de la vida que me haga felíz, creo, casi lo confirmo, que le respondería " encontrarme una tuca en un pantalón en epoca de escacés", " Por qué?" Quizá me respondería ese alguien.
" Imaginate que durante dos semanas no conseguiste fumar porro, llamaste a todos los chantas que conocés, le pediste a toda tu lista de contactos del celular alguna linea, fuiste dos sábados al motobar de ituzaingó, te bancaste dos noches en ese bodrio de lugar con la esperanza de que álguien te convide un poco, pero los pendejos son ortivas hasta para convidar un porro. Te sentís una mierda. Ya te falta incentivo para arrancar el día, lo que te dice tu mujer te importa una mierda, el viaje en el subte para ir al trabajo se vuelve un infierno,etc.
Con porro seria distinto, te levantás, te fumás uno, vas al laburo de diez, sos el mas simpático, hasta te reís de las pelotudeces que dice tu jefe y terminás quedando bien. Tu mujer cocina para la mierda y ya no soportás que le ponga pimienta en cantidades colosales cual mexicano con parquinson a todas las comidas, no importa, te fumas uno y te parece que lo hizo tu abuela. Hasta pedís segundo plato, esa noche cogés. El bebe se cagó, "take it easy", pensás, con un faisán encima hasta te va a parecer divertido.
Entonces encontrarte esa tuca milagrosa te da un ápice de esperanza, "se puede vivir mejor" pregonás a viva voz, armando el mejor tuquero, el que esa tuca se merece, vas pensando en todo lo que vas a hacer después de fumártela, como es poco y el efecto no va a durar mucho preferís comprar un vino primero. Dos vasitos después ya estás prendiendo la tuca, efímero el momento que pasaron juntos esa tuca y tus labios, ahora ya no está y decidís tomarte el resto del vino para, mas tarde, sentarte en el sillón a ver tele como Dios manda. Te vas a acostar con la ilusión de conseguir mas en los días venideros, pensando " estas son las pequeñas cosas de la vida que te alegran el alma" ".
Guardar esa tuca fue lo mejor que pude haber hecho, pienso ahora en la sorpresa que me puedo pegar algún día mas adelante y sonrío, solo sonrío.
por "El Mele"




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